Hola a tod@s.
Me presento. Soy Luis de Vitoria y ya veo que no soy el único de por aquí.
Hace solo tres meses que he conseguido hacerme con un MK III Turbo del 88, automático y techo targa. Desde entonces lo vengo disfrutando y utilizando como vehículo habitual, excepto en algún periodo de tiempo que he estado fuera. Lo primero que hice fue llevarlo a (Jusavi Motor, taller dedicado a clásicos y deportivos de aquí de Vitoria) y cambiarle la distribución, correas, filtros, aceite, bujías, etc. ya que la información de mantenimientos que me proporcionaron me hizo dudar.
Bueno, después de esto tenia previsto ir corrigiendo paulatinamente pequeños defectos, pero ayer se truncaron bruscamente todas mis ilusiones.
Os quiero presentar unas, (para mí), dolorosas imágenes del coche tras salirnos del autovia en plena recta y chocar frontalmente contra el guardarrail. (Los tres ocupantes salimos ilesos), pero no se como colgar las fotos. Luego lo sigo intentando y las coloco en cuanto pueda, que ahora tengo que salir pitando.
No es la primera vez que se ve por las carreteras lo que parece que ha sido un accidente de un solo coche que derrapa en plena recta de manera inexplicable.
No es tan difícil, solo hay que ser inexperto y llevar mas caballos de los que se pueden controlar. Quiero decir aquí también que yo no conducía, pero tampoco es ningún reproche hacia quien lo hacia. Es solo que estoy dolido.
El policía me decía “tu tranquilo que es solo un trozo de hierro”
¡¡¡¡¡¡¡¡¡MMHHMMÑÑÑÑ ME CAGONLA EENNNN JOD YHAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!
En fin ya me encuentro mejor.
De momento no se que voy ha hacer, porque siento que no he disfrutado lo suficiente del coche.
Bueno, ya os iré contando que decisiones tomo al respecto, pero no me vendrían mal vuestras opiniones.
Un saludo
presentación dolorosa
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tortill@letal
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ALFONSO CASTAÑO
- Tengo más caballos que una cuadra
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Bienvenido....lo importante es aprender de los errores, para poder progresar y despues de lo que habras reflexionado seguro que a la proxima le echas mas cabeza, la inexperiencia mas que una cuestion de manos, es de una cuestion de cabeza.
Ahora mi "seca" contribuccion, hazlo piezas y si te gusta el modelo busca otro, ese golpe vale muchisimo mas que el coche, no cometas un segundo error reparandolo, a menos que seas chapista y tengas conocimientos y medios, bancada, soldadura etc
Saludos
Ahora mi "seca" contribuccion, hazlo piezas y si te gusta el modelo busca otro, ese golpe vale muchisimo mas que el coche, no cometas un segundo error reparandolo, a menos que seas chapista y tengas conocimientos y medios, bancada, soldadura etc
Saludos
Explicación de cómo ocurrió.
Se sumaron una serie de circunstancias que desembocaron en este fatal desenlace.
Una de ellas fue que tenia un tramo de la sirga del cuentakilómetros en el taller porque fallaba, por lo tanto no marcaba la velocidad a la que íbamos. Teniendo en cuenta que era un tramo de 120 Km/h y de la manera que adelantamos a la fila de coches que iban a la misma velocidad, que se supone que era la máxima permitida, calculo que íbamos a unos 150 Km/h mientras el conductor se preguntaba ¿por qué van tan despacio todos? y no era consciente de la velocidad que llevaba. Supongo que en el caso de ser consciente de la velocidad que llevaba no hubiera sobrepasado el limite de la vía, y eso que a la pregunta previa de cómo se a que velocidad debo ir, le respondí: te pones detrás de la fila y no adelantas a nadie. Pero llegado el momento, por no tener sensación de velocidad pensó que todos iban muy por debajo de lo permitido y empezó a pisarle.
Otra de las circunstancias, fue que al no ser consciente de la velocidad que llevaba, empezó a jugar un poco cambiando algo bruscamente al carril derecho cada vez que sobrepasaba a un coche.
Otra de las circunstancias fue que la persona que conducía aun teniendo más de 20 años de carnet, nunca había cogido ningún coche con tracción trasera y ni se le paso por la imaginación probar a hacer aluna vez algún trompo controlado. Por lo que el concepto contravolantear no tenia ni idea de lo que era.
Sumando todo esto lo que ocurrió fue, que después de uno de los adelantamientos con incorporación algo brusca, se movió un poquito de atrás el coche, entonces se puso nerviosa y queriendo frenar piso a fondo el pedal del acelerador y a todo esto no contravolanteo en ningún momento. Por lo menos de manera muy evidente.
El coche empezó a dar bandazos de atrás, primero a la derecha y luego a la izquierda, mientras pisaba a fondo el acelerador y seguían repitiéndose los bandazos cada vez mayores, hasta un momento en el que con el culo muy cruzado a la izquierda pisó de repente el freno mientras mantenía firmemente el volante sin moverlo. Entonces fue cuando desde el asiento trasero en el que me encontraba vi como se acercaba hacia nosotros justo por delante del coche, el guardarrail derecho del autovía. De una forma incosciente, me agaché hacia el otro asiento para tratar de refugiarme encogido detrás de los dos respaldos.
El impacto lo recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora mismo. En lugar de ser un impacto seco, fue como chocar contra un muelle. La reducción de velocidad fue progresiva y con bastante recorrido, por la deformación del guardarrail más la deformación del morro del coche.
Tras ese impacto el coche se detuvo en el carril derecho del autovía, pero como podéis apreciar en las fotos mirando en sentido contrario.
Perdonar por el ladrillo, pero es que todavía lo estoy viviendo.
Se sumaron una serie de circunstancias que desembocaron en este fatal desenlace.
Una de ellas fue que tenia un tramo de la sirga del cuentakilómetros en el taller porque fallaba, por lo tanto no marcaba la velocidad a la que íbamos. Teniendo en cuenta que era un tramo de 120 Km/h y de la manera que adelantamos a la fila de coches que iban a la misma velocidad, que se supone que era la máxima permitida, calculo que íbamos a unos 150 Km/h mientras el conductor se preguntaba ¿por qué van tan despacio todos? y no era consciente de la velocidad que llevaba. Supongo que en el caso de ser consciente de la velocidad que llevaba no hubiera sobrepasado el limite de la vía, y eso que a la pregunta previa de cómo se a que velocidad debo ir, le respondí: te pones detrás de la fila y no adelantas a nadie. Pero llegado el momento, por no tener sensación de velocidad pensó que todos iban muy por debajo de lo permitido y empezó a pisarle.
Otra de las circunstancias, fue que al no ser consciente de la velocidad que llevaba, empezó a jugar un poco cambiando algo bruscamente al carril derecho cada vez que sobrepasaba a un coche.
Otra de las circunstancias fue que la persona que conducía aun teniendo más de 20 años de carnet, nunca había cogido ningún coche con tracción trasera y ni se le paso por la imaginación probar a hacer aluna vez algún trompo controlado. Por lo que el concepto contravolantear no tenia ni idea de lo que era.
Sumando todo esto lo que ocurrió fue, que después de uno de los adelantamientos con incorporación algo brusca, se movió un poquito de atrás el coche, entonces se puso nerviosa y queriendo frenar piso a fondo el pedal del acelerador y a todo esto no contravolanteo en ningún momento. Por lo menos de manera muy evidente.
El coche empezó a dar bandazos de atrás, primero a la derecha y luego a la izquierda, mientras pisaba a fondo el acelerador y seguían repitiéndose los bandazos cada vez mayores, hasta un momento en el que con el culo muy cruzado a la izquierda pisó de repente el freno mientras mantenía firmemente el volante sin moverlo. Entonces fue cuando desde el asiento trasero en el que me encontraba vi como se acercaba hacia nosotros justo por delante del coche, el guardarrail derecho del autovía. De una forma incosciente, me agaché hacia el otro asiento para tratar de refugiarme encogido detrás de los dos respaldos.
El impacto lo recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora mismo. En lugar de ser un impacto seco, fue como chocar contra un muelle. La reducción de velocidad fue progresiva y con bastante recorrido, por la deformación del guardarrail más la deformación del morro del coche.
Tras ese impacto el coche se detuvo en el carril derecho del autovía, pero como podéis apreciar en las fotos mirando en sentido contrario.
Perdonar por el ladrillo, pero es que todavía lo estoy viviendo.
